martes, 2 de septiembre de 2014

Otra vez más

Y una vez más ha vuelto a hacerme lo mismo. Apareces como si nada de nuevo en mi vida, encantador, divertido y sabiendo que donde hubo fuego, cenizas quedan. Pero al poco tiempo, cuando consigues que yo vuelva a sentir algo por ti, desapareces y dejas de dar señales de vida.

No entiendo a que venía ese mensaje después de tanto tiempo sin saber de ti.

“Hola, nos bajamos este finde unos cuantos amigos a Tarifa, te apetece venirte?” Así, sin más, como si fuera lo más normal del mundo. Y como una tonta, pensando que no tenia porque pasar nada y en lo divertido que sonaba un fin de semana en la playa, y tú enseñándome a hacer kitesurf convencí a un par de amigas y allí que nos fuimos.

El fin de semana fue mucho mejor de lo que yo me podría haber imaginado. Ya era un planazo de por sí, pero tú conseguiste que fuera el mejor fin de semana del año (o por lo menos de lo que llevábamos de año). Fuiste el tío perfecto, y te ocupaste de mí como si estuvieras locamente enamorado, consiguiendo que yo me lo creyera.

 Y lo has vuelto a hacer, has vuelto a desaparecer cuando yo ya pensaba que esto podía ser algo serio. Has desaparecido después de un par de noches mano a mano en las que lo pasamos fenomenal. Has desaparecido después de haber ido a cenar a aquellos sitios que me decías que me tenias que enseñar. Has desaparecido después de volverme a enamorar.

¿Y ahora que? ¿Cómo se supone que tengo que actuar? Me he encontrado a tus amigos y todos me hablan de ti, incluso me han presentado como “la novia de Ignacio.” Me preguntan donde estás y porque no hemos venido juntos. Supongo que ellos no se han enterado de que tú has vuelto a desaparecer. Sonrío y digo que no sé donde estás.

 Y de repente apareces tú, vienes con un par de acompañantes y copitas de más. Parece que te sorprende verme allí, me saludas y sigues como si nada. ¿Por qué has venido a mi bar si sabias que yo voy siempre? Si me has discutido miles de veces que no entiendes el atractivo que le veo a ese sitio. Después de saludarme no me has dirigido la palabra, pero te has ocupado de hablarle a mis amigas de mí, sabias que me lo iban a contar, eso estaba claro. Así te asegurabas que te seguía teniendo en la cabeza.

Cierran el bar y me voy a casa, con sólo una cosa en la cabeza, IGNACIO: Ignacio ha pasado de mí, Ignacio estaba con una, Ignacio no me ha hablado, He pillado a Ignacio mirándome…. Todo tenía tu nombre y me doy cuenta que me va a volver a costar olvidarme de ti. Llego a casa y encima me escribes. “Buenas noches, que duermas bien”

 Empiezo a pensar que no eres tan bueno como creía, que no te deben de haber dicho nunca que con las personas no se juega, o peor aún, los sabes pero te ha dado igual.

 Y entonces me doy cuenta que otra vez me has vuelto a hacer lo mismo, y otra vez tendré que olvidarte. Pero que olvidarte sólo no sirve, que además tendré que hacerme una coraza contra ti y aprender que si vuelves a venir dentro de un tiempo, que si me escribes y me propones algún plan tendré que ser racional y aprender a decirte que no.



Compartí este post con tus amigos!

...o también puedes seguir el blog en:

0 comentarios:

Compartí tu opinión con los demás, deja un comentario. ↓

Los comentarios no son moderados, sin embargo si contienen insultos o son ofensivos, pueden ser borrados.

 

©2011 Conozca de todo un poco! | FuuTheme diseñado por Fuutec | Ir arriba ↑